Personaje del mes
Catalina Silva, 17 años, miembro de “estación
¿Que fue lo que te motivó a trabajar con indigentes?
Lo que me motivó a realizar esta labor, fue el ponerme en el lugar del otro, el saber que hay tanta gente que sufre, que pasa frío y hambre, mientras yo y mi familia está muy abrigada en la casa, saber todo eso, y ver que yo no estaba haciendo nada por todas aquellas personas, que son mis hermanos en cristo me hizo ingresar a este grupo. También mi gran amor por el servicio, ya que creo que todos tenemos el deber de entregar amor y cariño a aquellas personas que no lo tienen. También Cristo y su mandato de amor al prójimo, y mi sueño de ver un Chile cada vez con menos pobreza.
¿De que manera, esta labor a marcado tu vida?
Esta hermosa labor ha echo de mi una persona más consiente de los problemas que afectan a mi país, he madurado más, y de una buena manera, me ha hecho aprender a valorar todo lo que tengo, mi familia, amigos, etc. Creo que me he transformado en alguien más entregada, y sobre todo ha echo que me vincule más con la iglesia, conocer el infinito amor de Cristo, el verlo en todas aquellas personas a las que visitamos.
¿Cuál debería ser nuestra postura como cristianos ante la indigencia?
Lo que nosotros lo cristianos deberíamos hacer frente a este problema, es el ser actores de este, es decir, cooperar activamente en esta labor, no quedarnos con palabras y más bien actuar, realizar hechos concretos, tal como lo hacía Cristo, ir y ponerse en el lugar del otro, hay tanta gente que necesita ayuda, que todos deberíamos estar dispuestos a entregarla, quizás donar alimentos y ropas, o tan solo acompañar a las personas, dar un simple gesto de solidaridad y amor.
¿Cuál sería tu mensaje para la juventud?
Lo único que puedo decirles es que sean valientes, y se atrevan a realizar cosas que vayan en beneficio de las personas, sin temor a las burlas, que nos sintamos orgullosos de ayudar, que somos el futuro de este país y que esta prácticamente en nuestras manos mejorarlo, superar la pobreza, etc. Más que nada eso, decirles que estén siempre dispuestos a ayudar al prójimo, ya que hay mucho por hacer, y somos pocos los que estamos en esto, es más motivarlos a que participen en estos grupos, y que sean capaces de sentirse orgullosos de lo que hacen y también de su amor por el Señor.